miércoles, 18 de junio de 2014

Dureza - Elvio Romero

Hoy voy a endurecer mi corazón
para quererte como debo quererte,
que salga abriendo puertas y ventanas
y tenga un soplo de violencia y suene,
logrando así que las hojas cansadas
no nos cubran por siempre con sus redes.

Te llenaré de lágrimas y dudas
para quererte como debo quererte,
prenderé un fuego torvo junto al lecho
donde el amor reposa y donde duermes,
y ahí entraré con pasos de guerrero
envuelto siempre por su propia fiebre.

Llevaré en la cintura ese cuchillo
que pueda herir en el minuto hiriente;
confundiré la rosa y sus espinas
de modo que de pronto no me encuentres
y me encuentres de pronto con un rostro
que ya no sea el mismo que te bese.

Hoy voy a endurecer mi corazón
como si nunca fuera a conocerte,
y así ajustar las huellas a un camino
de rectos bordes, frutos y deberes,
como si fuese a enderezar el hierro
en una fragua de calor ardiente.

Haré que todo se te vuelva oscuro
y confundas los pasos siete veces,
y buscando la luz toques la puerta cerrada
cuyas llaves me reserve,
y solo yo,
como un guardián severo,
sepa darte las claves para siempre.

Apuraré también el hondo cáliz,
para quererte como debo quererte.



El Viejo Fuego 1969-1975

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