jueves, 22 de noviembre de 2012

Eran tiempos de paz - Bartomeu Meliá


Eran tiempos de paz.
Eran los tiempos de la paz.
Eran los tiempos de la gran paz
de la paz inmensa como elefante
de la paz pública como loro gritón
de la paz agresiva como gorila.

Era el estado de paz en estado de sitio
guardada como se guarda una fiera o un preso político
con metralleta

En la cámara de paz nos hacían respirar hondo
y nos hacían tragar la gran palabra
que luego vomitábamos como si nos saliera el alma.

Vivíamos enfermos de paz
nos dolía la paz
nos torturaban en nombre de la paz.

La paz había sido decretada oficialmente
y estaba prohibido dudar de la paz establecida.

Estábamos hartos de paz
todos los almacenes vendían la misma clase de paz
y en el campo no crecía ni la mandioca.

Es triste cuando los niños piden pan
y no se les puede dar más que
paz y buenas palabras
aprendidas en la campaña de alfabetización.

La paz nos seguía por la calle
la paz invadía la casa
y hasta entraba
con el periódico en la mano
en el retrete
entraba también en la escuela
-sobre todo en la escuela-
para amenazar a los niños malos
que no nos dejan en paz y hacen preguntas
y en la iglesia la paz se hacía decir misa
de seis velas y con obispo.

De padre desconocido les hacían hijos a la paz
hijos de paz
lindos y relucientes como de contrabando.

Eran tiempos de paz
extenuante y eterna
ya nadie sabía qué hacer con tanta paz
el país estaba inundado por la paz
y buscábamos un lugar donde la paz
no hubiera arrasado con todo
porque ustedes ya lo saben
cuando hay paz
a la ¡pucha! unos cuantos viven
y los demás...


Revista Acción, n°1, marzo, 1972