martes, 22 de octubre de 2013

Omara y Chico - O qué será




oh, que será, que será 
que andan suspirando por las alcobas 
que andan susurrando en versos y trovas 
que andan descubriendo bajos las ropas 
que anda en las cabezas y anda en las bocas 
que va encendiendo velas en callejones 
que están hablando alto en los bodegones 
gritan en el mercado están con certeza 
es la naturaleza será, que será 
que no tiene certeza ni nunca tendrá 
lo que no tiene arreglo ni nunca tendrá 
que no tiene tamaño 

oh que será, que será 
que vive en las ideas de los amantes, 
que cantan los poetas más delirantes, 
que juran los profetas embriagados, 
que está en las romerias de mutilados, 
que está en las fantasias más infelices, 
lo sueñan de mañana las meretrices, 
lo piensan los bandidos los desvalidos, 
en todos los sentidos, será, que será, 
que no tiene decencia ni nunca tendrá, 
que no tiene censura ni nunca tendrá, 
que no tiene sentido 

oh, que será, que será, 
que todos los avisos no van a evitar, 
porque todas las risas van a desafiar, 
y todas las campanas van a repicar, 
porque todos los himnos van a consagrar, 
porque todos los niños van a desatar, 
y todos los vecinos irán a encontrar, 
el mismo padre eterno que nunca fue allá, 
al ver aquel infierno lo bendecirá, 
que no tiene gobierno ni nunca tendrá, 
que no tiene verguenza ni nunca tendrá, 
lo que no tiene juicio

jueves, 1 de agosto de 2013

El llano en llamas. Juan Rulfo


Extracto de "Nos han dado la tierra". 


Nos dijeron:
-Del pueblo para acá es de ustedes.
Nosotros preguntamos:
-¿El Llano?
-Sí, el Llano. Todo el Llano Grande.
Nosotros paramos la jeta para decir que el Llano no lo queríamos. Que queríamos lo que estaba junto al río. Del río para allá, por las vegas, donde están esos árboles llamados casuarinas y las paraneras y la tierra buena. No este duro pellejo de vaca que se llama Llano.
Pero no nos dejaron decir nuestras cosas. El delegado no venía a conversar con nosotros. Nos puso los papeles en la mano y nos dijo:
-No se vayan a asustar por tener tanto terreno para ustedes solos.
-Es que el Llano, señor delegado...
-Son miles y miles de yuntas.
-Pero no hay agua. Ni siquiera para hacer un buche hay agua.
¿Y el temporal? Nadie les dijo que se les iba a dotar con tierras de riego. En cuanto allí llueva, se levantará el maíz como si lo estiraran.
-Pero, señor delegado, la tierra está deslavada, dura. No creemos que el arado se entierre en esa como cantera que es la tierra del Llano. Habría que hacer agujeros con el azadón para sembrar la semilla y ni aun así es positivo que nazca nada; ni maíz ni nada nacerá.
-Eso manifiéstenlo por escrito. Y ahora váyanse. Es al latifundio al que tienen que atacar, no al Gobierno que les da la tierra.
-Espérenos usted, señor delegado. Nosotros no hemos dicho nada contra el Centro. Todo es contra el Llano... No se puede contra lo que no se puede. Eso es lo que hemos dicho... Espérenos usted para explicarle. Mire, vamos a comenzar por donde íbamos...
Pero él no nos quiso oír.
Así nos han dado esta tierra. Y en este comal acalorado quieren que sembremos semillas de algo, para ver si algo retoña y se levanta. Pero nada se levantará de aquí. Ni zopilotes. Uno los ve allá cada y cuando, muy arriba, volando a la carrera; tratando de salir lo más pronto dposible de este blanco terregal endurecido, donde nada se mueve y por donde uno camina como reculando.


jueves, 20 de junio de 2013

Soneto XXVII - Pablo Neruda


Desnuda eres tan simple como una de tus manos,
lisa, terrestre, mínima, redonda, transparente,
tienes líneas de luna, caminos de manzana,
desnuda eres delgada como el trigo desnudo.

Desnuda eres azul como la noche en Cuba,
tienes enredaderas y estrellas en el pelo,
desnuda eres enorme y amarilla
como el verano en una iglesia de oro.

Desnuda eres pequeña como una de tus uñas,
curva, sutil, rosada hasta que nace el día
y te metes en el subterráneo del mundo

como en un largo túnel de trajes y trabajos:
tu claridad se apaga, se viste, se deshoja
y otra vez vuelve a ser una mano desnuda.



jueves, 4 de abril de 2013